Descubrí qué es el riesgo país y cómo nos afecta en Argentina.
Publicado: 26 / 10 /2024En un contexto de fluctuaciones económicas y políticas, el riesgo país de Argentina ha mostrado una alentadora caída, ubicándose en 966 puntos, lo que significa una reducción del 50% en lo que va del año.
Este índice, calculado diariamente por JP Morgan, refleja la diferencia entre las tasas de interés de los bonos argentinos y los bonos del Tesoro de los Estados Unidos.
Hace un año, el riesgo se encontraba en 2.530 puntos. Hoy, en 966, indica que cualquier nueva deuda emitida por Argentina requeriría una tasa aproximada del 14%, que combina el rendimiento del 4% de los bonos estadounidenses con el riesgo país del 10% adicional.
¿Qué es el riesgo país?
El riesgo país es un termómetro de la percepción sobre la capacidad de una nación para cumplir con sus compromisos financieros. Un mayor riesgo implica mayores tasas de interés exigidas por inversores debido al incremento en las probabilidades de un eventual incumplimiento.
Así, más allá de su cifra específica, el riesgo país simboliza la confianza o desconfianza global hacia una economía.
¿Qué significa esta baja para Argentina?
La disminución del riesgo país sugiere una mejora en la percepción internacional sobre Argentina, reflejada en un creciente interés por los bonos nacionales, optimizando su rendimiento y reduciendo este indicador.
Este avance es crucial para abaratar el financiamiento empresarial, promoviendo tanto crecimiento como capacidad para saldar deudas previas.
A pesar de la mejora, el riesgo país sigue excediendo los índices de naciones vecinas como Brasil y Uruguay, lo que continúa siendo una barrera para la competitividad del país en términos de financiamiento internacional.
En Argentina, el contexto político influye significativamente en el riesgo país, como ocurrió antes de las elecciones de 2019. Para reinsertarse eficazmente en los mercados de deuda, Argentina debe aspirar a bajar del umbral de los 800 puntos básicos.
¿Por qué baja el riesgo país?
La reducción del riesgo país indica una revitalización de la confianza de los inversores, impulsada por las políticas de ajuste del gobierno y un superávit fiscal que sugiere capacidad de pago.
Este descenso todavía no se traduce completamente en la economía real, pero su impacto positivo podría manifestarse en una reducción de costos de crédito para el gobierno, facilitando inversiones necesarias en áreas claves.
Además, un riesgo país más bajo atrae potencialmente más inversión extranjera directa, lo cual podría fomentar el crecimiento económico y la creación de empleo.
Un riesgo país reducido es un paso significativo hacia la reactivación económica, aunque no garantiza por sí solo la superación de desafíos estructurales, como la pobreza.